CARTA DE KELU PARA LA MISA DEL VERBO DIVINO

Suecia, Uppsala, Viernes 30 de Mayo del 2008-05-30

Hola a todos, querido Padre Heriberto, Huevo, amigos, familia, todosHola mi Arturito…Primero que nada, nunca me voy a cansar de repetirles GRACIAS.El apoyo de ustedes ha sido fundamental, de alguna manera hemos acortado la gran distancia, a través de los múltiples mensajes, mails, llamados etcAcá se les siente muy cerca, estoy seguro que Arturo también los SIENTE.Todo ha pasado muy rápido, desde ese Jueves en que Arturo por alguna razón no me contestaba el teléfono ni me llamaba a la hora que usualmente lo hacía, hasta el Viernes en la mañana en que insospechadamente recibo un llamado en que me cuentan que Arturo había tenido un accidente muy grave.Me puse muy nerviosa, entre llantos miré a los niños, nuestros niños! Los miré y pensé, no puede ser, no puede ser, Arturo TIENE QUE ESTAR VIVO!Entre mucha incertidumbre supimos que Arturo estaba grave en una UTI de algún país, al parecer Suecia, nada más.Yo no necesitaba mucha información, pues siempre pensé que él ESTABA, sería imposible para mí imaginarme sin él.Llenos de angustia partimos un laaargo viaje, cuando íbamos en el avión no me aguanté y le tuve que mandar un mensaje al celular, (siempre lo hago), y le avisé, por si de alguna manera lo pudiera sentir, ARTURO YA VAMOS A BUSCARTE. Al fin llegamos y lo pudimos ver, ahí estaba, golpeado, dormido, con heridas, pero AHÍ ESTABA, VIVO!Desde que supe que estaba vivo, no he dejado ni un segundo de agradecer a Dios, por su acto de infinita misericordia, por qué a nosotros? En fin, Dios ya nos había bendecido, ya lo había dejado vivo, y así seguiría.La Fe es lo que nos ha movido y reconfortado todo el tiempo, sin ella, nada tendría sentido. La Fe es fuerza, y es en eso en lo que nos hemos transformado todos acá, EN FUERZA!Nuestro Arturo poco a poco ha ido mejorando, más de lo que se esperaba, cada pequeño detalle para Él y para nosotros es un gran avance.Les cuento que hoy ha sido un día muy especial:Arturo estuvo por unos minutos muy despierto, por primera vez nos miró, pero enfocándonos a cada uno, antes sólo abría el ojo derecho pero sin enfocar, hoy nos miró, a cada uno, me tomó la mano, fuerte, me tomó la pera y movió mi cabeza hacia los lados, como saludándome, muy tiernamente, imagínense él grave, con dolor, y se dio el tiempo de hacerme cariño…me quedé perpleja, no podía creer que estuviera tan bien…todos lo saludamos, y nos reconoció perfectamente.A los pocos segundos, se puso a llorar, cargadísimo de emoción, lloró, lloró y lloró, lo sentí tan nuestro, llorando, aunque me diera pena verlo así, lo sentí tan cerca, tan vivo, conectado al mundo de nuevo, conectado con sus emociones, viviendo la realidad, que por ahora es dura, PERO EXISTE, HOY ARTURO ESTUVO CON NOSOTROS REALMENTE.Estaba muy emocionado, quizás angustiado a ratos, pero ahí conectadísimo con nosotros, le expliqué lo que le pasaba, le hablé sobre todos ustedes, le transmití su preocupación y cariño, y lloraba, se emocionaba, con nostalgia, con pena, con dolor, pero sé que con agradecimiento, aunque no pudiera hablar. Probablemente mientras estaba sedado, todo el tiempo los escuchaba, los sentía, al lado de su cama, sentía sus abrazos, sus voces, sus rezos, pero desde hoy SÉ QUE LOS SIENTE, TIENE CONCIENCIA DE DIOS Y DE TODOS NOSOTROS, Sé que debe sentir miedo, no sabe bien cómo está, que pasó ni que pasará, pero nuestro rezos lo seguirán tranquilizando.Amigos, nuestro Arturo está con nosotros, Dios nos ha regalado el privilegio de poder seguir compartiendo la vida con El, podrá seguir siendo “el candado” como le dicen muchos de ustedes, podrá seguir con sus asados semanales, y sus múltiples compras por Internet, seguirá siendo PESADO por teléfono, y mirando los partidos de fútbol, en vez de jugar.Sé que todos lo quieren mucho, él es así, querible, amable…y él en su forma simple y sencilla, los quiere a todos de corazón, A TODOS.Le pido a Dios y a la Virgen que lo sigan cuidando, y acorten su sufrimiento.Un abrazo apretado para cada uno, muchas gracias por todo.
Kelu y Arturo