viernes, 13 de junio de 2008

Como hermanos, desde Chile

La Kelu me pidió que como hermana les cuente como hemos vivido nosotros esta situación.


Lo he pensado mucho, y es dificil, por que no encuentro palabras que estén a la altura y que representen la intensidad de como me he sentido estos dias.



Mis hermanos son para mi un amor muy grande. Tenemos una relación privilegiada, nos queremos, nos gusta estar juntos, nos vemos harto, son un gran regalo.




Por esa razón, saber que Arturo estaba sufriendo, que sus hijos y la Kelu podrían perderlo, que yo misma y mis papás podríamos no verlo más, fue un dolor inconmesurable. Ese día se me detuvo la vida.



Cuando nos avisaron del accidente, me sentí aterrorizada, como si estuviera parada frente a un tsunami de 40 metros, con mis hijos de la mano, mirando como la ola se nos viene encima, gigante, poderosa, destructiva, arrasadora; nunca había sentido un dolor así, un miedo más grande a la realidad, un "no por favor, que esto no nos este pasando".







Me imagino que todos ustedes experimentaron más o menos lo mismo.

Gracias a Dios por que la fe nos sostuvo, no de la mano, sino que en sus brazos.






Hoy, a 3 semanas del accidente, parece que el mundo ha cambiado, siento como si la vida hubiera contenido las respiración, y hoy vuelve a respirar, a vivir, junto con Arturo.

Ahora el sentimiento es totalmente distinto. Me siento llena de agradecimiento, a Dios y a todos ustedes.




En el verano, me invitaron a ver a un cantante, que a mi me gusta mucho, me se todas sus canciones, me encanta. Estaba muy cerca de el, en la 10° fila como a unos 15 metros de distancia.




Yo me paraba en mi silla y pensaba "que me mire, que me mire", para que me vea alguna vez, para que vea que existo.




Hoy, con mucha alegría, tengo la sensación de que estuve parada frente a la persona más grande de todas, frente a DIOS, y El me miró. Me vió, oyó mi súplica, consoló mi pena, y se hizo cargo de mi dolor.



Y las oraciones de todos dirigiendo la mirada de Dios hacia Arturo, hicieron que fuera posible el milagro, por que Dios encontró entre nosotros fe.



Por eso, como hermanos, estamos tremendamente agradecidos de todos y cada uno.



Por que esta cadena de amor, salvó a nuestro hermano, y lo recuperó totalmente. No se si llegue el día en que podamos dar gracias por haber vivido todo esto, por que igual todavía prefiero que no hubiera pasado nada, que Arturo hubiera vuelto el 5 de junio, como estaba planeado, todo igual.





Pero sé que Dios aprovecha los dolores que la vida nos dá, para sacar frutos que de otra manera quizas no habríamos tenido.







Gracias por el amor,



Gracias por la preocupación,



Gracias, gracias, gracias para siempre.

La amistad y la esperanza

Pelao: La Kelu me ha pedido que cuente algo de cómo tus amigos hemos vivido todo lo ocurrido. No creo poder hablar de parte de todos, con suerte puedo hablar de parte de tus compañeros de curso. Pero igual he decidido aprovechar la oportunidad.

Me parece importante dar algunos datos de “contexto”. El Pelao llegó al curso en séptimo básico, venía del Manquehue y se integró rápidamente al grupo curso. Era callado pero simpático, era un “consumista” de productos gringos, pero al mismo tiempo era un tipo sencillo, era tímido pero amigo fiel (siempre ahí). En esa época era muy exitoso con las niñas, a pesar del extraño "jopo" que usaba en esa época , el ahora reniega de ese "look" pero la foto del curso del año 1990 lo deja en evidencia (es el tercero de -izquierda a derecha- en la tercera fila – de abajo hacia arriba-).

Kelu, no sé si esto te sorprenda, pero una amiga me dijo en esa época que el Pelao podría llamar a concurso y que las niñas harían fila en su casa para que él eligiera a la que más le gustara (aseguraba que la fila sería muy larga y que ella estaría ahí). Estas cosas nunca se las dijimos al Pelao, y él seguía siendo tímido pero siempre buscando a la mujer ideal.
Con el tiempo la cosa se puso crítica, el Pelao era tremendamente exigente, yo le decía que estaba esperando a una mujer que no existía, que debía ser un poco más realista. Pasaron los años, seguía teniendo éxito, pero no se conformaba con nadie, recuerdo una sólo polola (duró como un mes), el Pelao seguía esperando a la mujer perfecta.

Y ¿qué pasó? conoció a María Ángela (Kelu pa` los amigos) y sus sueños se hicieron realidad en una mujer que si existía, y no dudo nunca… con ella se tenía que casar, era la mujer que siempre había esperado (Dios la tenía reservada desde siempre para él).
Para qué voy a profundizar en la maravillosa familia que han formado, es cosa de leer este blog y dar gracias a Dios por el testimonio de amor que nos dan.

Volviendo un poco en el tiempo, te debo agradecer Pelao por los años vivido en el grupo de Shoenstatt, (en la foto estás tú, el negro Romero, Yo, Juanito, René y Cristián Hrdalo).
Un grupo que se acompañó, desde 1992 hasta el 1999 (año en que me fui a los jesuitas) Nunca olvidaré cuando me dijiste que yo estaba esperando que se abriera el cielo, bajara una luz y Jesús me dijera “Te estoy llamando”. Me dijiste que eso no iba a pasar y que yo debía tomar la dedición de ser cura o ser laico, y de hecho te hice caso y aquí estoy de jesuita hace nueve años. El grupo se ha seguido acompañando, nos tratamos de juntar una vez al año (te esperamos para juntarnos cuando vuelvas) y a nuestra manera hemos mantenido el lazo de amistad en la fe.


Sin ir más lejos, fue Juanito, miembro del grupo, quien me llamó hace tres semanas, el día 23 de mayo...
Yo: Aló, hola Juanito ¿Cómo estas?
Juan: Mal

Nunca imagine lo que me iba a contar....un choque…terrible…dos amigos tuyos habían muerto…y parecía que tú estabas vivo, porque la información era que estabas en la UTI de algún hospital de Suecia....
No sabes lo que fue eso….llamé a la Kelu, me contó que viajaría a Suecia en un par de horas, y nosotros nos quedábamos aquí... sin poder verte... sin poder estar con la Kelu para apoyarla... no teníamos nada... y algunos pensamos que esto terminaba mal… no sabes cuanto lloré ese día pensando que te ibas de aquí…
En la noche nos juntamos en una misa, pedimos por ti y por la Kelu. Nos dimos cuenta de que en realidad SÍ teníamos algo... teníamos Fe, y te podíamos acompañar en la oración… en esa misa yo lloré mucho pero me ayudó ver como nuestros amigos rezaban por ti… Novoa, Danesh, Rubio, Prida, Romero, Figueroa, Brahm, Felipe Guzmán, Toro, Rafa, el Chico Cristi, Verteneul, Toño, Juanito,otros que se me escapan en este momento .... las señora de todos, los papás de varios, ahí estaban rezando, pidiendo un milagro, esperanzados.
Cristián Hrdalo me decía que había rezado toda la tarde por ti, y que te mandaba fuerza “no puedes dejar a Arturito y a Vicente solos con la Kelu,” te decía por medio de la oración. Juan me contó que presentía lo peor, el Negro Romer estaba preocupado de ayudar a que el vuelo de la Kelu llegara a Suecia. Todos tratábamos de apoyarnos, animarnos a tener fe y esperar lo mejor…
Ver a varios llenos de esperanza, nos ayudó a los más bajoneados a cambiar de ánimo, a pedirle a Dios tu recuperación (como un favor personal). Ha sido maravilloso acompañarnos en la tristeza y ayudarnos a hacer crecer la esperanza….

Crearon este blog para mantenernos informados y el Guatón León (experto en esto de accidentes graves) nos dijo: “Escriban mucho al Pelao, porque yo pasé por lo mismo y guardo como un gran tesoro lo que ustedes escribieron cuando estaba en la UTI”.
Y así lo hemos hecho, te hemos tratado de acompañar en la oración y nos hemos acompañado dándote ánimo por medio de este blog. Ha sido maravilloso ver el cariño que todos te tienen, poder decirnos que hemos sido testigos del amor que te tiene la Kelu, constatar como Dios se ha puesto, compartir la fe y darnos cuenta de lo importante que es la amistad.

Hicimos otra misa en tu nombre, para pedir y agradecer. Fue muy íntima y sincera, esta vez también vino tu familia, algunos amigos de Matías, la familia de la Kelu y por supuesto el curso.














Por estos lados estamos contentos porque te vemos mejor, porque sabemos que volverás a estar con nosotros, porque hemos descubierto a Dios en medio nuestro, porque hemos redescubierto el valor de la amistad, porque hemos visto que la fe y el amor humano todo lo pueden.

Pelao espero que pronto estemos en tu casa celebrando tu llegada. Y después nos vamos al tan comentado asado que deberás hacer en el Estadio Nacional para toda la gente que ha rezado por tí.

Por ahora te mando esta foto que nos sacamos con Arturito el año pasado y que hoy es muestra de la energía que te queremos enviar, y espero que te quede claro como te queremos todos tus amigos.